Reflexión Final

Hoy 10 de Julio fue un día muy agotado, salí de mi casa a las 8:00 am para recoger todas las donaciones de la casa de mi compañero Robert. Posteriormente, partimos rumbo a Batangrade; cuando llegué a la casa quinta de mi abuela, tuve que organizar todas las donaciones por secciones: víveres, ropa de mujer, hombre, niños, libros, juguetes. Durante este tiempo de organización, las personas se pasaron la voz sobre esta pequeña donación, puesto que habíamos hecho un aviso previo. Las personas empezaron a llegar a las 12:30am, pero yo comenzó la repartición a la 1:00pm, manteniendo el orden por la coyuntura, comencé con los más pequeños porque había muchos pequeños sin hogar, ni familia. posteriormente comencé con los más grandes, había mucha ropa para mayores puesto que la ropa colectada era de mis compañeros. Durante este tiempo, tuve muchos sentimientos encontrados, por una parte, estaba muy nerviosa porque que todos tengan algo y que nadie falté, fue una tarea muy difícil. Finalmente, me siento muy orgullosa de todo el trabajo realizado, porque pude ver una dura realidad que se vive hoy en día, me tome el tiempo de reflexionar sobre las cuestiones de mi vida. Cabe mencionar, que el agradecimiento de todos, me hizo muy feliz, especialmente de todos los niños que se fueron con una sonrisa. Al terminar esta actividad, muchas madres de familia se acercaron a felicitarme por el este proyecto, mis padres también le agradecieron por fueron parte de este proyecto. Ese agradecimiento, me hizo muy inefable porque pude tomar conciencia que muchas veces no somos agradecidos con lo que tenemos, dejamos a Dios a un lado, olvidando que el es nuestro creador que siempre nos cuida y ama sin pedir nada a cambio.

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